INFORMACIÓN
El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León está ubicado en el Valle de Sabero, enclave natural privilegiado al noreste de la provincia de León y a las puertas del Parque Regional Picos de Europa.
Con la musealización de la Ferrería de San Blas, la Junta de Castilla y León ha querido rendir un homenaje a un grupo de hombres y mujeres, que hizo posible la instauración en estas tierras de la primera industria siderúrgica de España, en 1846. Fruto de ese empeño fue la construcción de un complejo industrial siderúrgico con altos hornos de cok, algo que supuso un acontecimiento de gran importancia en aquella época por la utilización de la más alta tecnología del momento y, en especial, por la singular arquitectura neogótica de la gran nave de la laminación.
El panorama de España en esos momentos no parecía presagiar un buen final para el proyecto: el reinado de Isabel II enmarca una época convulsionada por conspiraciones, cambios de gobiernos, levantamientos militares, luchas callejeras y, por si fuera poco, las Guerras de África y del Pacífico agotaron las arcas públicas. Una economía basada en el sector primario y con escasa presencia de una burguesía emprendedora y activa, la falta de demanda interna y de capital español para este tipo de industria, junto con la falta de infraestructuras ferroviarias que encareció los costes de producción, forzaron el cierre de la Ferrería de San Blas en 1866.
Desde entonces y hasta 1991, la economía del Valle se basó en las explotaciones mineras, cuya actividad y memoria se recoge en el museo, a la vez que los usos y costumbres de las gentes del Valle que han sabido mantener a lo largo del tiempo un fecundo y continuo diálogo con el medio natural.
En la visita al museo se pueden contemplar cuatro áreas diferentes:
1. LA NAVE NEOGOTICA DE LA FERRERIA DE SAN BLAS
En las primeras décadas del S. XIX, hacia 1830, en países europeos como Francia, Alemania o Bélgica se están construyendo grandes instalaciones siderúrgicas, muy novedosas porque encarnan un nuevo concepto urbanístico industrial. Se trata de una configuración urbana concebida para ofrecer todo tipo de servicios, tanto para los trabajadores como para los directivos (hospitales, farmacias, casas, colmados de alimentación y el propio lugar de trabajo). La nave de laminación y forja es el único vestigio que queda en España de una instalación industrial de la época. Destaca su interés arquitectónico y su valor histórico, ya que fue la primera ferrería en emplear altos hornos alimentados con carbón mineral (coque/cok) en España así como en traer las grandes maquinarias que estaban revolucionando la siderurgia en Europa. La fábrica está construida en piedra y ladrillo, con una gran nave central totalmente diáfana, sin pilares, sustentada la cubierta por una sucesión de arcos diafragma. La construcción de esta nave se inició en 1846 por iniciativa de la Sociedad Palentino – Leonesa de Minas. El edificio albergó las primeras máquinas de vapor de la provincia, así como las grandes maquinarias importadas de Gran Bretaña: trenes de cilindro y laminación, martillo pilón y cizalla.
2. EL VALLE DE SABERO EN EL PASADO
De la comunidad rural a las puertas de una sociedad industrial
En este bloque temático se recorre desde sus orígenes todo el proceso histórico del valle y de sus gentes, que ya desde los primeros asentamientos de los castros celtas fue avanzando en el tiempo dentro de formas sociales y de subsistencia de una comunidad rural, hasta la fuerte irrupción de la industria minero – siderúrgica en las primeras décadas del siglo XIX.
3. LOS ALTOS HORNOS Y LA FERRERIA DE SAN BLAS
La constitución de la Sociedad Palentino – Leonesa de Minas
Existen referencias de que en la década de 1830 se llevó a cabo en el valle de Sabero cierta actividad minera por parte de una empresa británica, y que pocos años después, entre 1841 y 1847, tuvo lugar, en las proximidades de la ermita de San Blas, la instalación de los primeros altos hornos a la inglesa en España. “Hacia 1841 el palentino Miguel Iglesias Botias obtuvo la concesión de tres minas de hulla (Sabero, 1, 2 y 5) y constituyó la Sociedad Palentina de Minas, cuyo objeto sería la explotación de las minas de carbón y la fabricación de hierro a partir de los minerales de la mina “Imponderable”. En 1845, siendo insuficiente el capital, se amplió, a la vez que cambiaba su nombre por el Palentina-Leonesa de Minas.
Al mismo tiempo participaron en la sociedad el capitalista madrileño Santiago Alonso Cordero junto con su amigo Casiano de Prado, figura importante de la cultura española del siglo XIX. La Sociedad Palentina de minas inició sus trabajos hacia 1841 con una inicial explotación minera de carbón. En 1847 comenzó a fabricarse hierro en un alto horno de cok, y en 1860 se inauguraba el segundo para ya, de una forma intermitente, mantener su producción hasta el cierre definitivo de la fábrica de San Blas en 1862. La paralización de los hornos supuso también el práctico abandono de las minas de carbón y de hierro, cuyo periodo de mayor actividad fue el decenio de 1850-1860.
4. LA CUENCA MINERA DE SABERO
Este área está dedicada a explicar a los visitantes los orígenes y la importancia del sector minero en Castilla y León. El espacio actual del museo dedicado a minería constituye solo una introducción a este tema, ya que se esta llevando a cabo una segunda fase del museo, dedicada en su integridad a la minería.
Para introducir al visitante en el complejo mundo minero, se ha tomado como referencia la Cuenca Minera de Sabero, ya que fue la primera cuenca en explotarse en la comunidad y una de las que primero sufrió las consecuencias de la reconversión. El hecho de que el museo se asiente en este territorio y de que todas las cuencas compartan características comunes hace extrapolable su historia y características al resto.
Acceso a la página www.museosm.com